La neuropatía periférica es un término que se refiere a una serie de trastornos del sistema nervioso periférico, que incluye los nervios que se encuentran fuera del cerebro y la médula espinal.
Estos nervios son responsables de transmitir señales desde el cerebro y la médula espinal hacia todo el cuerpo, permitiendo el movimiento y la percepción sensorial. Cuando estos nervios se dañan o funcionan incorrectamente, se produce la neuropatía periférica.
¿Por qué ocurre la neuropatía periférica?
La neuropatía periférica puede tener diversas causas, pero en su mayoría está relacionada con daño a los nervios. Esto puede deberse a enfermedades como:
- La diabetes, en la que los altos niveles de azúcar en sangre pueden dañar los nervios con el tiempo.
- Alcoholismo
- La enfermedad de Lyme
- La exposición a toxinas
- Infecciones virales
- Lesiones físicas o traumas
- Factores genéticos pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la neuropatía periférica.
En el caso de la neuropatía diabética, que es una de las formas más comunes de neuropatía periférica, el daño a los nervios se debe a los altos niveles de azúcar en sangre que caracterizan la diabetes. Esto puede afectar los nervios en cualquier parte del cuerpo, pero a menudo comienza en los pies y las piernas, y puede extenderse a las manos y los brazos con el tiempo.
Cuando los nervios están dañados, su capacidad para transmitir señales eléctricas se ve comprometida, lo que resulta en una variedad de síntomas y problemas.

¿A quiénes afecta más la neuropatía periférica?
La neuropatía periférica no discrimina y puede afectar a personas de todas las edades y géneros. Sin embargo, existen ciertos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar neuropatía periférica, como la diabetes, la edad avanzada y el abuso de alcohol. La prevalencia de la neuropatía diabética es especialmente alta en aquellos con diabetes mal controlada, lo que hace que el control de los niveles de glucosa en sangre sea esencial para prevenir su desarrollo.
En términos de epidemiología, se estima que millones de personas en todo el mundo sufren de neuropatía periférica en diversas formas. La detección temprana y el manejo adecuado de esta afección son fundamentales para prevenir complicaciones a largo plazo.
¿Cuáles son las manifestaciones de la neuropatía periférica?
La neuropatía periférica puede presentarse de diversas maneras, y los síntomas pueden variar en tipo y gravedad según los nervios afectados y la causa subyacente de la afección. Aquí se describen algunas de las manifestaciones más comunes de la neuropatía periférica:
- Entumecimiento y hormigueo:
Uno de los síntomas más frecuentes es la sensación de entumecimiento o hormigueo en las extremidades, generalmente en las manos y los pies. Los pacientes a menudo describen esta sensación como si tuvieran «alfileres y agujas» en la piel. Esta sensación puede ser intermitente o constante y puede dificultar la realización de tareas cotidianas, como abrocharse los botones o escribir.
- Dolor:
La neuropatía periférica a menudo se asocia con dolor intenso y persistente. Este dolor puede variar desde un dolor punzante y agudo hasta una sensación de ardor o pinchazos. El dolor puede ser leve en algunos casos, pero en otros puede ser tan debilitante que afecta la calidad de vida del paciente. Las áreas afectadas pueden incluir las piernas, los pies, los brazos y las manos.
- Debilidad muscular:
La neuropatía periférica puede debilitar los músculos, lo que lleva a una disminución de la fuerza y la coordinación. Esto puede hacer que actividades como caminar, subir escaleras o levantar objetos sean más difíciles y aumentar el riesgo de caídas y lesiones.
- Problemas de coordinación y equilibrio:
La pérdida de sensibilidad y la debilidad muscular pueden afectar la coordinación y el equilibrio, lo que puede aumentar el riesgo de caídas. Los pacientes pueden tropezar con facilidad o tener dificultades para mantenerse en pie.
- Sensibilidad alterada:
Algunas personas con neuropatía periférica experimentan cambios en la sensibilidad al tacto, lo que puede hacer que la piel sea más sensible al roce o, por el contrario, menos sensible a estímulos táctiles. Esto puede causar molestias o incomodidad en situaciones cotidianas.
- Cambios en la Temperatura corporal y sudoración:
Los nervios periféricos también controlan la regulación de la temperatura corporal y la sudoración. Las personas con neuropatía pueden tener dificultades para regular la temperatura de su cuerpo y pueden sudar en exceso o no sudar lo suficiente.
- Impacto emocional y social:
La neuropatía periférica no solo afecta el cuerpo físico, sino que también puede tener un impacto emocional significativo. El dolor crónico y la discapacidad funcional pueden causar estrés, ansiedad y depresión. Además, los pacientes pueden sentirse aislados socialmente debido a las dificultades para participar en actividades sociales y laborales.
¿Qué tipos de neuropatía periférica existen?
Existen varios tipos de neuropatía periférica, y es importante que las personas comprendan esta diversidad para poder tomar decisiones informadas sobre su salud. La neuropatía periférica se refiere a daños en los nervios periféricos, que son los que están fuera del sistema nervioso central, como la médula espinal y el cerebro. A continuación, se describen algunos de los tipos más comunes de neuropatía periférica:
- Neuropatía Diabética:
Esta es una de las neuropatías más frecuentes y se relaciona con la diabetes. Las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre pueden dañar los nervios con el tiempo, causando síntomas como entumecimiento, hormigueo y dolor en los pies y las manos.
- Neuropatía Alcohólica:
El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede llevar a esta forma de neuropatía. A menudo, afecta los nervios sensoriales y motores, causando debilidad muscular, falta de coordinación y dolor.
- Neuropatía Hereditaria:
Algunas personas heredan una predisposición genética a desarrollar neuropatía periférica. Los síntomas pueden variar según la mutación genética involucrada, pero suelen manifestarse a una edad temprana.
- Neuropatía Tóxica:
La exposición a ciertas sustancias tóxicas, como quimioterapia o venenos industriales, puede dañar los nervios periféricos. Esto puede causar una amplia gama de síntomas, desde debilidad hasta problemas de equilibrio.
- Neuropatía Compressiva:
En algunos casos, la presión constante sobre un nervio, como la compresión del túnel carpiano en la muñeca, puede causar neuropatía. Los síntomas pueden incluir entumecimiento, debilidad y dolor en la zona afectada.
- Neuropatía Autoinmune:
En esta forma de neuropatía, el sistema inmunológico ataca por error los propios nervios del cuerpo. Esto puede resultar en debilidad muscular y problemas sensoriales.
- Neuropatía Idiopática:
En algunos casos, no se puede identificar una causa específica para la neuropatía, lo que la hace idiopática. A menudo, es un diagnóstico de exclusión, y el enfoque se centra en el alivio de los síntomas.
Es fundamental que las personas que experimentan síntomas de neuropatía periférica busquen atención médica para un diagnóstico adecuado. Cada tipo de neuropatía puede requerir enfoques de tratamiento específicos, y la elección de un tratamiento adecuado dependerá de la causa subyacente. El conocimiento y la comprensión de estos diferentes tipos de neuropatía son esenciales para que las personas tomen el control de su salud neurológica y tomen decisiones informadas sobre su atención.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El diagnóstico de neuropatía periférica generalmente comienza con una evaluación médica exhaustiva. El médico revisará los antecedentes médicos del paciente, incluidas las enfermedades subyacentes como la diabetes, y realizará un examen físico para evaluar la función neurológica y buscar signos de neuropatía.
Además del examen físico, pueden ser necesarias pruebas específicas, como estudios de conducción nerviosa y electromiografía. Estas pruebas pueden ayudar a determinar la velocidad de conducción de las señales nerviosas y la actividad eléctrica en los músculos, lo que permite al médico identificar el tipo y la gravedad de la neuropatía.

¿Quién es el especialista encargado de tratar la neuropatía?
El neurólogo es el especialista médico encargado del diagnóstico y tratamiento de la neuropatía periférica. Los enfoques de tratamiento varían según la causa y la gravedad de la afección. El tratamiento puede incluir:
- Control de afecciones subyacentes, como el control de azúcar en sangre en el caso de la neuropatía diabética.
- Medicamentos para aliviar el dolor y mejorar la función nerviosa.
- Fisioterapia para mejorar la fuerza muscular y la coordinación.
- Terapia ocupacional para ayudar a los pacientes a realizar tareas diarias.
- Cambios en el estilo de vida, como la modificación de la dieta y la reducción del consumo de alcohol.
- En casos graves o progresivos, se pueden considerar procedimientos más invasivos, como la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) o la cirugía.